miércoles, 24 de abril de 2013

La envidia.



Tenemos derecho, y deber, de manifestar nuestra manera de sentir, de vivir. Derecho, y deber, a opinar sobre lo que vemos y vivimos día a día.
Da igual que ese derecho, y deber, lo manifiestes mostrando tu peinado y tu forma de vestir, desnudando sentimientos y emociones en un blog o enseñando tu obra fotográfica a través de las redes sociales.


Ahora, eso sí, no te desnudes del todo porque entonces van a por tí.
Personas de mentes estrechas que en el momento que ven destacar a alguien...¡Zas!, ¡A por él!



Baltasar Gracián decía : -"Triste cosa es no tener amigos, pero más triste debe ser no tener enemigos, porque quien enemigos no tenga, señal de que no tiene : Ni talento que haga sombra, ni valor que le teman, ni honra que le murmuren, ni bienes que le codicien, ni cosa buena que le envidien".

¡Valga esta reflexión de colofón a mi conversación de ayer tarde!

1 comentario:

  1. Desde luego, cuanta razón. La envidia, por no ser, ni sana. Eso si, uno de los principales deportes de los habitantes de nuestra querida piel de toro.
    Me satisface mucho que haya retomado su blog.

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