lunes, 31 de agosto de 2009

La Salud

Llega el final de Agosto y se manifiesta en mí la misma contradicción de todos los finales de Agosto; tristeza porque se me han terminado las vacaciones y felicidad porque me ha despertado el son del Tambor. Si, desde ayer día 30 y hasta el 7 de Septiembre, por las calles de Fregenal de la Sierra suenan, mañanas y tardes, el tambor y la gaita anunciando el día de la Virgen de la Salud.

El tamborilero va haciendo sonar el son y va visitando las casas de todos los hermanos de la Virgen y es una delicia despertarse con ese querido y familiar sonido. Fregenal de la Sierra tiene el corazón partido entre dos amores: La Virgen de los Remedios, su patrona principal, y su amada Virgen de la Salud, de la parroquia de Santa Catalina, pero con hermanos repartidos por todo el pueblo.
Este diario sonar tiene su culminación el día 7 de Septiembre en el que por la noche, una vez terminada la novena, que desde el día 30 de Agosto se celebra en honor a la Virgen con una masiva asistencia de fieles, el pueblo se lanza a la calle con tambores que suenan a gloria en el Llano de Santa Catalina y por todos los rincones del municipio. Hasta el amanecer se baila la danza. Niños, jóvenes, adultos y ancianos. Todos bailamos en honor a Ntra. Sra. de la Salud.
La apoteosis de la fiesta llega con la misa de alba del día 8 de Septiembre. Allí comienzan "Los Lanzaores" a bailarle a la Virgen y, una vez terminada la misa, siguen bailando sin parar durante todo el día. Van a cada una de las más de 700 casas de los más de 700 hermanos que la Virgen tiene. Y... siguen bailando durante toda la procesión que ese día se celebra, sin apartar sus ojos de la imagen de la Virgen y sin darle la espalda en ningún momento

Es impresionante la salida del paso de la Virgen por la puerta de Santa Catalina. Debido a sus dimensiones ha de hacerse con los costaleros puestos de rodillas. Es muy emocionante ver cómo el paso, de mucho peso, va avanzando por las calles de Fregenal al ritmo de la danza.
Abre el cortejo el estandarte de la Virgen y lo cierran las autoridades locales. Si la salida es bonita, la llegada del paso de nuevo a su iglesia es algo que nos llena de emoción a todos los frexnenses.

No quiero dejar pasar el tipismo de la indumentaria de "Los Lanzaores" o "Los Danzaores", que de las dos maneras se les nombra. Sus trajes de faldas almidonadas, sus vistosos tocados de flores, de gran colorido; lo que sufren mientras se visten al ir cosida la vestimenta cuando ya la tienen puesta; el cansancio y agotamiento de tantas horas de danza...La Virgen Santísima y ellos son los protagonistas del Día de la Salud en Fregenal de la Sierra.

Os transcribo ahora La Salve de la Salud que se canta cada noche en la novena y cada año a los hermanos de las calles que correspondan, según un orden determinado. Es costumbre cuando van a una casa a cantar la Salve de la Virgen, tener una vela en el zaguán.

SALVE DE LA SALUD
Dios te Salve Virgen pura
Reina del Cielo y la Tierra
Madre de Misericordia
de gracia y pureza inmensa.
Quien en este triste valle
de lágrimas y miserias
¡Oh clementísima aurora!
¡Oh piadosísima reina!
Esos tus hermosos ojos
a nosotros siempre vuelvas,
por los siglos de los siglos
por siempre alabada seas.
Amén Jesús que acabamos
la Salve de esta gran Reina.
SALUS INFIRMORUM
ORA PRO NOBIS

Las imágenes que os enseño en la entrada son de la procesión del año pasado. He querido hacerlo así por si alguien se anima a venir este año. Merece la pena vivir con los frexnenses las fiestas de la Virgen de la Salud.

Las fotografías no son mías. Fueron tomadas por mi primo Manuel Moya que nos acompañó ese maravilloso día del 2008.

sábado, 22 de agosto de 2009

El Zapatero

Ando de visitas al dentista y tengo que viajar a Zafra con frecuencia. A pesar del calor tan extremo que hace, me atreví a dar un paseo por la ciudad y en una de sus calles he descubierto una zapatería de las de antes...Aún existen oficios tan antiguos y nobles como el del zapatero que repara los zapatos, cinturones y bolsos con todo el arte de sus expertas manos.

El zapatero remendón está siempre tras los cristales de su ventana trabajando, absorto, concentrado, encorvado sobre los zapatos gastados y sucios...Como si fuera un cirujano que rebaja, corta y recose...En su ambiente de trabajo se respira el olor a cuero entremezclado con el aroma de los tintes y ceras para el lustre que inundan el local y le dan ese toque tan característico e inconfundible.

Sentado sobre una baja silla, puesto su delantal, martillea sobre un molde de hierro que cambia según el tamaño del calzado, teniendo a su frente una mesa atestada de los principales enseres y herramientas que necesita para realizar bien su trabajo.

Utiliza herramientas tales como el montador, el picador, la costa, pata de cabra, cuchilla, manopla, chaira...Los cabos para coser se hacen con hebras de cáñamo y cerote. hay cabos de hasta 20 hebras para coser las suelas con las leznas y los utensilios de la zapatería.

Antiguamente existía la costumbre de pagar al zapatero al final del mes. Una familia llevaba a reparar el calzado de varios de sus miembros durante un periodo de tiempo, generalmente un mes, y, al final del mismo, pagaban al zapatero por sus servicios.

Hoy día casi nadie arregla el calzado, ya que prefieren tirarlo y estrenar unos nuevos.El oficio de zapatero tiene los días contados y, si nadie lo remedia, pasará pronto a formar parte de los que solo existen en la memoria. Mientras esto ocurre, aún podemos hacer una visita a Zafra para conocer el viejo oficio de zapatero remendón.

Para terminar os transcribo una pequeña poesía que encontré entre mis viejos libros. No conozco su autor, pero tiene mucho encanto.

"Zapatero, zapatero,

hágame unos zapatos

con tacón que levante,

pues soy bajita y no llego

a los labios de mi amante."

"Niña bonita,

vuelve mañana temprano

y sin demora,

pues deberías saber

que los besos que no damos

se van para siempre

volando como esporas."

lunes, 17 de agosto de 2009

El gazpacho

Mi cuñada Rafi heredó un olivar, en el término de Higuera la Real, que hasta el nombre tiene bonito. "Los Nobles" se llama el campo. Allí estuvimos hace unos días casi toda la familia comiendo y, entre otras muchas cosas, mi hermano José Angel nos preparó un gazpacho a la antigua usanza. Yo, que ando a las caidas con esto del blog, hice unas cuantas fotos que hoy os enseño mientras os cuento algo del gazpacho que se comía antiguamente.


Me comentaba Luisa, la suegra de mi hermano, que se hacía por las tardecitas y que el gazpacho, acompañado con un poco de pescado frito y algo de queso, era la cena diaria de todos los campesinos. En el invierno se le añadía el agua un poquito templada y durante los meses de verano, bien fresquita.





Lo primero que se empieza a majar en la cazuela es el ajo (con dos dientes hay de sobra) y la sal. Cuando está bien majado se le añaden pimiento rojo troceado y se vuelve a majar. Como el pimiento suelta agua, hay que echar en la cazuela unos trocitos de pan seco para que absorba el caldo y no salpique. En esta ocasión el pimiento era verde, pues no había de otro, pero sale el gazpacho con más color si el pimiento es rojo.





Cuando está majado el pimiento continuamos con el pepino, que se añade a la cazuela bastante picadito, y lo último que se maja es el tomate. Tendremos que ir añadiendo trocinos de pan seco por la razón que expliqué antes: Evitar salpicaduras.



Se añade el aceite, el vinagre y el agua y...¡Ya está listo!... En el plato donde lo vas a comer picas unos sopones de pan y os aseguro que es una delicia este magnífico gazpacho. No tiene el sabor del que hacemos con nuestras maquinitas en casa. Dice mi hermano que es porque no emulsiona si no que se queda en suspensión. ¡Cosas de la química!...



Permitidme ahora que os muestre una imagen más. Es la foto de mi hermano con su cazuela. Y digo su cazuela porque la ha hecho él. Le regalaron un tronco de fresno y él le metió mano, nunca mejor dicho porque está hecha así, a mano. Este hermano mío es un artista desde chico. Hace maravillas con todo lo que se pone, ya sea madera, hierro o un hueso de cereza...