
En mi diario ir y venir hacia la escuela, paso por un bazar que en su puerta cuelga alfombras, soplillos, serones en miniatura, cestos y espuertas realizados en esparto.

Estera de esparto machacado
Duro, muy duro ser ESPARTERO
Aquí, en Fregenal de la Sierra, ya no existen, hace tiempo que desaparecieron, pero entre mis amigos tengo a uno que durante todo su vida anduvo alrededor de este artesanal oficio.
Aún hoy, a pesar de los años con los que ya cuenta, se atreve a realizar pequeños trabajos hechos con maestría.

Sus manos, ancianas y todavía encallecidas, se mueven con soltura cosiendo una alfombra de sisal o trenzando una cuerda de pita para enseñarme a echar algunos nudos y forrar así una lata...Aprendo mucho con él sobre el oficio.
Estera de 9 ramales
Me cuenta que el trenzado de la pleita era trabajo realizado por mujeres. La confección de los diferentes enseres la realizaban los hombres.
Hacían todo tipo de aperos para el campo. Eran los serones, seras, esportones, aguaderas, barrileras...
Corrían tiempos difíciles y, cuando algo se estropeaba, se le echaba un remiendo y volvía a ser útil. Me dice que había "lista de espera" para las reparaciones.
Alfombra de 5 ramales
Habla de cómo están realizados los distintos trabajos que me muestra:
- "Esta estera tiene 13 ramales.
-Aquel está trabajado con 9 ramales..."
Soplillo de 13 ramales
Esta entrada va dedicada a Mariano por su amabilidad conmigo y por su sabiduría de artesano.
Es mi pequeño homenaje a un oficio ya casi perdido: EL ESPARTERO.